Barcelona, con 30, y Madrid, con 21, son las dos únicas ciudades españolas que cuentan con Estrellas Michelín, que no dejan de ser pocas, si las comparamos con las adjudicadas a los restaurantes de otras ciudades importantes como París, Tokio y Kioto. El pasado año, 2017, el Lasarte, del chef Martín Berasategui, ganó su triestrellato, el único de la ciudad condal, que cuenta con 3 restaurantes de 3 estrellas, y 21 de 1. Esto convierte a Berasategui, en el chef con más estrellas Michelin del país (el primero con dos restaurantes triestrellados, Martín Berasategui en Lasarte y el Lasarte barcelonés). Es de suponer, que el cocinero vasco, está más contento que unas castañuelas por semejante reconocimiento, que lo coloca a la altura de las más grandes personalidades de la gastronomía de todo el mundo.

A pesar de lo que pueden sugerir esas tópicas imágenes a propósito de las prisas cotidianas, la rigidez de horarios y la agresividad de la muchedumbre, las ciudades no suponen un espacio hostil para la tercera edad, sino más bien al contrario. La toma de conciencia ciudadana, trasladada a las administraciones municipales, ha conseguido que el entorno urbano derribe sus tradicionales barreras y se transforme en un espacio accesible y universal, lo que permite disfrutar aún más y con mayor facilidad de sus ventajas inherentes.