La importancia del Interim Management y sus casos de éxito

Tengo que reconocer que cuando escuché por primera vez el término Interim Management me sonó a algo demasiado técnico, casi como un anglicismo más de los que inundan el mundo de la empresa. Y esto es algo que siempre odio, porque soy de los que pienso que siempre hay una palabra en castellano, en nuestro rico castellano, para describirlo.

Sin embargo, con el tiempo entendí que detrás de esas dos palabras hay una herramienta muy buena, sobre todo, humana para afrontar los momentos más complicados de una empresa. Hablo desde mi experiencia porque tuve la suerte, y también el reto lo tengo que reconocer, de vivirlo de cerca.

Os cuento. Yo venía de trabajar en dirección de operaciones dentro de una empresa mediana del sector industrial. La compañía había pasado por una crisis fuerte. La típica una caída de ventas inesperada, problemas internos de liderazgo y una plantilla desmotivada. Muchos de ellos fueron por culpa de la pandemia, que nos pilló a todos sin saber nada y los resultados así lo dicen.

El consejo de administración decidió traer a un Interim Manager. Reconozco que mi primera reacción fue de desconfianza: “¿De verdad alguien que no conoce la empresa puede arreglar esto en pocos meses?”.

Mi percepción cambió rápidamente desde el primer momento. El profesional que llegó no vino con aires de superioridad ni con discursos grandilocuentes. La verdad es que estoy harto de esos charlatanes que se piensan que lo saben todo sobre las empresas y no han montado una en su vida.

En este caso, llegó con preguntas, con ganas de escuchar y con una claridad de ideas que se notaba desde el primer minuto. El Interim Management, aprendí entonces, no es solo “gestión temporal”. Es liderazgo experto, enfocado en resultados inmediatos, pero con la sensibilidad de integrar a las personas en el proceso.

Responsabilidad

Lo importante de esta figura es que no se trata de un consultor externo que da recomendaciones desde la distancia. Tampoco es un directivo contratado de forma indefinida. Es alguien que se involucra como si fuera parte de la empresa, que toma decisiones, que asume la responsabilidad y que sabe que tiene un tiempo limitado para dejar una huella positiva. La verdad es que esa combinación de urgencia y compromiso es lo que marca la diferencia. Yo siempre lo defino con que su bien, es el nuestro, y por eso vamos todos en el mismo barco.

Su trabajo

Os cuento a grandes rasgos cómo fue el trabajo realizado por el profesional de AMG Interim Management que llegó a nuestra empresa. La verdad es que se podría decir que fue todo un caso de éxito.

Lo primero que hizo fue la reestructuración del área comercial. Algo que se necesitaba. Llevábamos meses discutiendo sobre cómo mejorar, pero no pasábamos de los diagnósticos. El Interim Manager analizó los datos en una semana y, al mismo tiempo, habló personalmente con cada miembro del equipo. No solo presentó un plan claro, sino que puso en marcha cambios inmediatos: redistribución de cuentas, objetivos alcanzables y formación práctica. Un resultado que pudimos ver en poco tiempo.

El segundo caso donde se comprobó su presencia fue en la gestión de la comunicación interna. Algo que es muy importante pero que las empresas no dan importancia. Había mucha desconfianza entre la plantilla y la dirección. En lugar de enviar memorándums fríos o circulares impersonales, organizó reuniones abiertas, escuchó quejas y dio respuestas claras. Nos enseñó que la transparencia es un motor de confianza. Gracias a esa práctica, muchos que pensaban en irse decidieron quedarse.

Por último, el tercer momento fue cuando preparó su salida. Y esto me parece clave y muy curioso, un Interim Manager exitoso no crea dependencia, sino que deja herramientas para que la empresa siga adelante sin él. Nos formó, documentó procesos y empoderó a líderes intermedios. Cuando se marchó, no sentimos un vacío, sino una continuidad.

Sí, si estas pensando en la famosa teoría de que no trajo pescado, sino que trajo la caña para que nosotros aprendiéramos a pescar, estás en lo cierto. Es el mejor ejemplo de lo que es esta figura que cada vez tiene más importancia dentro del sector empresarial, y en España también.

Hoy, cuando hablo con colegas de empresa, recomiendo seriamente considerar el Interim Management no como una última opción en tiempos de crisis, sino como una herramienta estratégica. A veces basta con unos meses de liderazgo experimentado para marcar la diferencia entre sobrevivir o crecer.

Al final, y esto es algo que es básico, detrás de las cifras, los procesos y los planes estratégicos, lo que realmente cambia a una organización es la forma en que las personas se relacionan y se comprometen con un propósito

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