Hace unos días, en una reunión con los amigos en un bar, salió el típico tema de conversación recurrente entre los que ya nos hacemos mayores: “qué fue de…”. Normalmente acabamos haciendo esto al final de nuestras charlas, cuando ya no sabemos de qué hablar: recurrimos a lo que echaban en por la tele durante nuestra infancia o nos acordamos de personajes que salían en los medios con frecuencia.
En esa charla nos centramos en dos concretamente: uno de ellos era Robin Soderling y el otro, Miguel Durán. Con el sueco, que se había hecho famoso por vencer a Rafael Nadal en el único partido que este perdió sobre la tierra de Roland Garros, no tuvimos muchos problemas, ya que estaba con nosotros un amigo que sabe mucho de deporte y nos explicó que se había apartado de las pistas para recuperarse de una mononucleosis y que todavía no lo había conseguido, así que estaba ligado al deporte dirigiendo dos torneos de tenis en su país.
Lo de Miguel Durán lo resolvimos buscando en Google. Recordábamos de él que había sido presidente de la Fundación ONCE y más tarde supimos que había vuelto a su carrera como abogado y se le había visto otra vez en la palestra como defensa en uno de los grandes casos de la actualidad, el asunto de Luis Bárcenas, el extesorero del Partido Popular. Cuando estábamos hablando de esto, se unió a la quedada una amiga que había vivido en Barcelona durante los tres últimos años y ella nos habló acerca de la actividad de Durán.
La empresa de nuestra amiga había contratado los servicios del bufete Durán & Durán Abogados de Barcelona para la gestión de unos problemas fiscales que les traían de cabeza y que sus empleados no eran capaces de arreglar. Al parecer la experiencia fue altamente satisfactoria por la competitividad y la agilidad del grupo de abogados, por lo que decidieron recurrir a ellos cada vez que les surgiera algún problema más de difícil solución. Además, se trata de uno de los bufetes de la Ciudad Condal con mayor balance de casos solucionados de manera positiva para sus clientes desde que abrieron sus puertas en el año 1996.
En la empresa de este conocido abogado no sólo resuelven casos fiscales o de carácter económico, sino también laboralistas, y les dan la mejor solución que se pueda aplicar de forma rápida y lo menos costosa para el cliente. En el bufete de Durán son también especialistas en prestar servicios a empresas con alta capacitación en la gestión de problemas laborales, mercantiles, económicos, fiscales y demás temas relacionados con la actividad empresarial. Asimismo, cuenta también con abogados expertos en Derechos Internacional y tienen un largo historial en cuanto al reflotamiento de pequeñas, medianas y grandes empresas, especialmente en la ciudad de Barcelona, donde llevan a cabo el grueso de su actividad.
Por lo que nos comentaba esta amiga, si tenéis la necesidad de recurrir a un abogado por cualquier motivo en Barcelona, el bufete de Durán es una de las mejores opciones.