Dicen que en la vida los trenes solo pasan una vez. En mi caso no fue cierto. Pasaron dos veces. A la primera no me atrevĂ a cogerlo, pero a la segunda no dije que no. Hace ya unos cuantos años, reciĂ©n terminado la carrera de Periodismo me hicieron una oferta de trabajo desde Barcelona. Mi currĂculum se ajustaba a lo que querĂan, y sobre todo, tenĂa un punto fuerte: sabia catalĂ¡n. Tengo mucha facilidad para los idiomas y hace años decidĂ apuntarme a la escuela oficial de idiomas para aprender catalĂ¡n.
Recuerdo que en esa Ă©poca tuve que recibir muchas crĂticas, nadie lo entendĂa. Supongo que el destino, o el karma, me quiso devolver esas horas invertidas y me lo devolviĂ³ en forma de trabajo. Sin embargo, en aquella primera vez no me atrevĂ a dar el paso. Solo tenĂa 22 años. Era un niño con muchas ganas de comerme el mundo, pero tambiĂ©n con miedos. AsĂ que lo desechĂ©. Durante muchos años estuve pensando si hice bien o mal. Mientras tanto seguĂ en mi casa haciendo trabajos de Periodismo y preparĂ¡ndome cada vez mĂ¡s.
Hasta que hace un año el tren volviĂ³ a pasar. Me llamaron de una agencia de comunicaciĂ³n para trabajar con ellos. Esta vez, os lo juro, no me lo pensĂ© dos veces. CogĂ la maleta y me fui para allĂ¡. Y eso que la situaciĂ³n polĂtica no era la mĂ¡s aconsejable, pero sabĂa que mi destino estaba en Cataluña. Y no me confundĂ. AĂºn recuerdo la llamada que hice a la empresa de transportes MediterrĂ¡neo Expres para que me hicieran la mudanza. Y asĂ es cĂ³mo comenzĂ³ mi idilio con la ciudad Condal. Una relaciĂ³n que cinco años despuĂ©s sigue mĂ¡s viva que nunca. Si quieres conocer los sitios que me enamoraron de Barcelona, toma nota.
De Barcelona te van a enamorar sus museos. Tienes que hacer visitas Casa Batllo, Casa Mila – La Pedrera, Parc de Montjuic, Museu Picasso, y el famosĂsimo Museu Nacional d’Art de Catalunya – MNAC (la vista desde aquĂ es espectacular). Yo no recomiendo ninguno, porque creo que todos son muy bonitos y podemos conocer algo mĂ¡s de la ciudad.
La hora del vermĂº
Es cierto que en otras ciudades se lleva mĂ¡s lo de comer, cenar o tomarte copas. Lo que me llamĂ³ la atenciĂ³n (y me enamorĂ³) desde el primer dĂa en Barcelona es que se lleva mucho lo de tomar el vermut. La hora del vermĂº es un clĂ¡sico en Barcelona, y no hay mejor forma de descubrir la idiosincrasia de la ciudad y sus vecinos que aventurarse a las barras en las que disfrutar de sus tapas y vinos mĂ¡s tradicionales. La verdad es que se estĂ¡ poniendo de moda y es el denominado vermĂº torero. Es decir que comienzas tomando unas cañas, luego comes y ya lo empalmas con unas copas. Eso sĂ, luego a casa. Os recomiendo que lo hagĂ¡is porque al dĂa siguiente os vaĂs a levantar mucho mejor. Sin resaca.
EnamĂ³rate de GaudĂ
De momento no he encontrado el amor en persona femenina en Barcelona, pero sĂ lo he descubierto en las obras de su autor mĂ¡s internacional. Antonio GaudĂ. Un arquitecto barcelonĂ©s que se convirtiĂ³ en el mĂ¡ximo representante del modernismo catalĂ¡n. Por ello, las construcciones de GaudĂ son de parada obligatoria. Entre algunas que no te puedes perder, estĂ¡n: el Parc GĂ¼ell, la Sagrada Familia, la Pedrera, la Colonia GĂ¼ell, el Palacio GĂ¼ell, la Casa BatllĂ³, la Casa Figueras, las farolas de la Plaza Real, la Casa Calvet y la Casa Vicens. Todas tienen algo que mostrar, son originales pero al mismo tiempo impactantes. No lo dudes, te gustarĂ¡.
Rincones que enamoran
Y si las personas enamoran, no te pierdas los rincones. Una de las cosas que enamoran de Barcelona es pasear por algunos de sus rincones mĂ¡s increĂbles. Por ejemplo, te recomendamos que pasees por el Barrio GĂ³tico, el casco antiguo de Barcelona, por La Rambla y por el Parque de la Ciutadella. AdemĂ¡s, el Pueblo Español es un lugar que tambiĂ©n deberĂas visitar. Se trata de un espacio de casi 50.000 metros cuadrados en el que se concentra el alma de España. Hay es donde te das cuenta que españoles y catalanes tenemos mucho que recorrer juntos.
Comida que enamora
Por ultimo, dicen que al hombre se le conquista por el estĂ³mago, en este caso, Barcelona es todo un rompecorazones. AquĂ puedes degustar platos tan exquisitos como la escalivada. Se trata de una delicatesen a base de verduras asadas… Pimientos, berenjenas, cebollas y patatas son los protagonistas en este plato. Y si eres goloso, no te pierdas la crema catalana.