Barcelona es una de las ciudades europeas que más tráfico turístico y mercantil recibe, y todo a pesar de la situación de inestabilidad política, derivada del intento ilegal de crear un estado separado de España. Dejando de lado la política, este hecho está suponiendo no sólo que las empresas huyan de un territorio fértil económicamente, sino que está impidiendo que vengan nuevas empresas.
Esto es algo parecido a lo que está pasando con la política de Estados Unidos. Recientemente hemos sabido que el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, está creando una política dirigida a subir los aranceles que se aplican a las importaciones internacionales que llegan a los Estados Unidos.
Lo que pretende el presidente Trump es incentivar el mercado estadounidense subiendo el precio a los productos extranjeros, ¿pero es así de simple? Bueno en realidad no, los aranceles llevan entre nosotros mucho tiempo, y lo que demuestra es que en determinadas situaciones no se incentiva el mercado, sino que lo que hay es una subida de precios que afecta directamente al consumidor. Y no tenemos que olvidar que las políticas comerciales deben estar dirigidas a evitar daños al consumidor y a las pequeñas empresas.
En el artículo de hoy vamos a hablar sobre los aranceles, ya que mucha gente desconoce qué son, cómo funcionan y en qué casos se aplican. De esta manera veremos cómo lo que pretende Trump no es tanto incentivar el mercado estadounidense, como debilitar el mercado chino y europeo que tanto daño le hacen a las empresas de los Estados Unidos.
Qué son los aranceles y porqué se aplican
Cuando un buque llega a un puerto cargado de productos extranjeros, existe un oficial de aduanas que inspecciona la carga del mismo y aplica un impuesto de acuerdo a la carga estipulada para cada tipo de producto. Este simple método es la forma de establecer un arancel.
Normalmente es un impuesto que se establece en las aduanas del país receptor de la mercancía a la importación de productos desde otros países, aunque también pueden existir aranceles a la exportación de productos, o bien aranceles de tránsito que gravan los productos que entran en un país con destino a otro.
El arancel puede ser ad valorem, es decir, aplicado como un porcentaje sobre el precio del producto, o bien específicos, aplicados sobre una variable específica, como las unidades de peso o el volumen, o bien mixtos, una mezcla de ambos. ¿Pero porqué existen arancieles y porqué se establecen éstos?
En general, el efecto fundamental que se busca mediante el establecimiento de un arancel a la importación es la penalización del consumo de un determinado producto que proviene del exterior. Es decir, que los ciudadanos adquiramos una menor cantidad del bien importado. Todo ello con un triple objetivo:
Aumentar la recaudación fiscal en los productos con demandas inelásticas, es decir, aquellos productos esenciales o de los que difícilmente se puede prescindir como, por ejemplo, los alimentos o bienes de primera necesidad. Dar una cierta estabilidad a la balanza comercial, reduciendo la compra de productos del exterior.
Aumentar el precio de los productos que grava el arancel en el mercado nacional. El establecimiento de un impuesto aumenta el precio del producto en la cuantía del gravamen, haciendo que el consumo del mismo se vea penalizado en favor de otros productos de producción nacional, en los que no se ha establecido ningún tipo de tasa.
Como consecuencia de lo anterior, se produce un aumento de la producción nacional, al disminuir el arancel la competencia proveniente del exterior.
Sin embargo, no todo es de color de rosas. Los más perjudicados con el establecimiento del arancel y, en general, de cualquier otra tasa o impuesto sobre el consumo, somos los consumidores, ya que el producto ve incrementado su precio en la cuantía del gravamen. Además, desde el punto de vista de la oferta, se ven favorecidos con el arancel productores más ineficientes.
En cualquier caso los aranceles hay que sufrirlos, pero lo que es cierto es que lo primero de todo es que la mercancía tiene que llegar a su destino. Y para eso hay que confiar en empresas como StarCargo, una empresa de transportes de Madrid experta en la gestión del transporte aéreo, transporte marítimo y transporte terrestre internacional, con más de 15 años en el sector