Acoplarse a una nueva vivienda no es fácil. La cantidad de cosas de la que es necesario estar pendiente a veces excede nuestros límites y, para un caso como el que nos atañe, implica mostrar un mayor interés para una o varias de las estancias o habitaciones de la casa.
Elegir prioridades es una cuestión muy personal. Mientras unos prefieren darle un mayor valor al diseño del salón, otros se centran en conseguir una mayor comodidad para los dormitorios. Sin embargo, algo de lo que nunca podemos olvidarnos es de hacernos con un espacio de trabajo útil y preparado para desempeñar nuestro oficio con la eficiencia que se espera de nosotros.
Hace un par de años, me trasladé junto con mi familia hacia la ciudad de Barcelona por motivos laborales. Comenzaba para todos nosotros una nueva vida, en un nuevo entorno y con una nueva vivienda que acondicionar. Para ello, era imprescindible hacernos con muebles idóneos para crear un espacio de trabajo en el que pudiera cumplir con mis funciones para cuando me tocara trabajar desde casa, algo que desgraciadamente me veo obligado a hacer debido a la cantidad de informes que he de redactar cada semana.
A tal efecto, comenzamos a visitar varias de las tiendas de muebles de la ciudad y de la provincia para conseguir el tipo de productos que deseábamos, pero tras unas cuantas semanas no dábamos con la tecla. Fue entonces cuando mi mujer me recomendó realizar una búsqueda a través de Internet, una acción en la que yo no confiaba demasiado pero que terminó por resultar fundamental para hallar la solución perfecta para el caso.
En una de esas búsquedas di con la página web de una entidad llamada Dismobel, dedicada a la venta online de todo tipo de mobiliario. Navegando, descubrí que existía un apartado dentro del menú exclusivamente dedicado a muebles que uno podría encontrar en cualquier oficina: mesas de trabajo, librerías, sillones de trabajo y archivadores. Todos estos elementos eran estrictamente necesarios para mí y, teniendo en cuenta su calidad y el bajo precio al que se encontraban, su adquisición por nuestra parte era cuestión de tiempo.
Pocos días después, los muebles estaban ya en nuestra vivienda. Gracias a ellos conseguimos conformar el espacio de trabajo que pretendía conseguir para trabajar desde casa con comodidad. Pronto tuvimos todo perfectamente organizado y pude comenzar a utilizar aquel espacio. Después de llegar del trabajo, y aun con mucha tela por cortar para acabar mi jornada, me sentaba y completaba todos aquellos informes con las cuestiones que se habían quedado en el tintero.
Barcelona, una ciudad repleta de trabajo
En la Ciudad Condal, las posibilidades de encontrar un buen trabajo ascienden de manera exponencial si las comparamos con las de muchas zonas del resto del país. Por el contrario, y al tratarse de una gran ciudad, el estrés puede llegar a convertirse en un gran inconveniente y más aún si tenemos en cuenta que cada vez más personas tienen que acabar su trabajo desde casa. Es por eso por lo que es importante contar con la oficina mejor equipada en casa y servirnos de ella para concluir la jornada laboral de la mejor manera posible.
En lo que a mí se refiere, contar con esa oficina y los muebles que la componen ha supuesto un salto importante en calidad de vida. Los nuevos elementos son cómodos, me permiten trabajar con facilidad y después de dos años no han sufrido ningún deterioro que nos haga pensar en renovarlos a corto y medio plazo. Jamás había contado con un lugar específico en mi propia casa para poder concentrarme en mis labores y la verdad es que encontrar Dismobel fue ideal para obtenerlo sin que, además, mi economía se viera perjudicada.