Cuando se suele hablar de cómo afecta la lluvia a las piscinas, está claro que las heladas, la lluvia, el granizo o las nevadas, pueden llegar a afectar muy negativamente, no solo al agua, también a la propia estructura con la que cuentan las piscinas.
Las cubiertas o cúpulas son fundamentales para que la lluvia no llegue a afectar a la calidad del agua en el interior de la piscina. De esta forma, no se tiene que limpiar en tantas ocasionas los fondos de las piscinas o hacer mantenimientos, que al final terminan arruinándose por el agua de lluvia, algo que hace por lo que cada vez más se opte por hacer un cerramiento en la piscina.
Lo que ocurre con las cubiertas para piscinas en los exteriores, es que pasa a acumularse menos suciedad, evitando la aparición de musgo y se protege la piscina de la lluvia.
Los beneficios de las cubiertas para piscina
Cuando nos centramos en las piscinas de exterior, es evidente que tienen grandes beneficios, pero también son las que sufren más daños por el agua de las lluvias. Las piscinas en exterior precisan unos cuidados concretos si se quieren mantener sus condiciones y que no sean un riesgo para nuestra salud, por lo que hay que utilizar cubiertas que ayuden a que la lluvia no les afecte.
Una buena cubierta para piscina puede ser esa protección que se busca. Por una parte va a entrar menor suciedad procedente del exterior, que con frecuencia es arrastrada por el viento o cae de forma directa de los árboles. Se acumula lluvia, especialmente en los fondos, esquinas o en las paredes de la propia estructura.
Todo ello lo que hace es generar zonas verdes donde es complicado sacarla y que son de gran peligro para nuestra salud, por lo que no es conveniente dejarlo así. La lluvia no cuenta con la misma composición química que la necesaria para el agua de la piscina, por lo que puede incluso causarnos diversas enfermedades.
Cerramientos de piscina eficaces para luchar contra los elementos externos que traen las lluvias
Cuando hablamos del agua de lluvia, conviene recordar que no es pura en su totalidad, pues tiene diversos elementos orgánicos, como tierra, piedrecitas o incluso hojas de los árboles. Depende de donde esté situada la piscina, puede incluso tener contaminación. Todo ello, lo que hace es alterar la composición del agua de la piscina, el PH y aumentar la suciedad. Conforme van cayendo elementos de origen vegetal en el agua de la piscina, aumentan, como nos aseguran desde Cupoola, especialistas en cerramientos de piscinas, aumentan las algas verde en el fondo o en las redes, por lo que hay que utilizar una mayor cantidad de tiempo en su limpieza, lo que no haría falta si se tiene una cubierta para la piscina.
Habría que gastar más cantidad de tiempo en su limpieza, algo no necesario si tenemos una buena cubierta para la piscina. Algo que no hay que olvidar es que debe haber una buena limpieza y mantenimiento de carácter periódico, lo que hace que se frene bastante la incidencia de la lluvia.
Por otra parte, un factor importante que no debemos olvidar para evitar así que caiga en nuestra piscina agua de lluvia es conocer el nivel de la misma. Cuando cae mucha, el nivel de agua puede llegar a sobrepasar la capacidad de la misma. Cuando rebose, no solo se perderán los tratamientos químicos y el cloro que echaremos, también se producirán diverso problemas obstructivos y de contaminación.
¿Qué se puede hacer cuando se carece de cúpula en época invernal?
Cuando no tenemos cúpulas que puedan proteger la piscina al aire libre en época de lluvia, hay que pensar en ir instalando una estructura de este tipo. Nos vamos a beneficiar de un gran ahorro a la hora de trabajar, pero en lo estético, incluso es un elemento decorativo que puede embellecer mucho el jardín.
Hay que decir, que lo que es realmente fundamental hasta tenerla instalada, es cuidar el agua de la piscina lo máximo que podamos. Por este motivo, debemos utilizar recogedores de hojas, productos para la limpieza de los fondos verde y usar desinfectantes o productos químicos especiales para el cuidado de la piscina.
De la misma forma, merece la pena analizar los niveles de pH, cloro y la calidad del agua va a mejorar mucho.
Como has podido ver, la lluvia afecta bastante más de lo que creemos al agua de las piscinas y no debemos dejar que cobre protagonismo.